
Elizabeth haría cualquier cosa, absolutamente todo, por salvar la herencia que le ha dejado su padre, incluyendo el contraer matrimonio con Asa MacIntyre, un alto y atractivo pistolero de anchos hombros, caderas estrechas y ojos grises como la plata, que goza de una reputación implacable y al que le gusta acabar lo que empieza.
02.- Las promesas se cumplen
03.- Promesas que prevalecen
Grande y oscuro, exudando una intensidad letal, Clint McKinnely le daría miedo incluso al mismísimo diablo, y por supuesto que le produce temor, pero Jenna pronto descubre que el hombre detrás de esa terrible reputación es un hombre en el que se puede confiar.
Endurecido por las decisiones que ha tenido que tomar en su vida, Clint busca una razón para poder seguir viviendo. Y la ha encontrado en Jenna Hennessy. Exuberantemente rellenita, dulce y tímida, le atrae en todos los sentidos. Y cuando ve que Jenna podría perder a la hija que tanto ama por la falta de un marido, da un paso al frente.
Llevar a Jenna a su hogar le proporciona a Clint la paz que nunca ha conocido, y aunque trata de descubrir los secretos que pueblan las pesadillas de Jenna, se guarda una parte importante de sí mismo, porque sabe que ese matrimonio es temporal ya que hay pecados que un hombre no puede esperar que su esposa perdone.

Evie Washington, una pintora que nunca ha tenido aspiraciones matrimoniales, se ve obligada a casarse cuando admite haber tomado como modelo para su último cuadro al atractivo reverendo Swanson, aunque para ello tenga que sacrificar aquello que más valora: su libertad.