Harry Dresden se ha convertido en una ayuda insustituible para la policía de Chicago, porque es el único a quien pueden acudir cuando una investigación entra de lleno en lo paranormal. Es el caso de un doble asesinato con tintes de magia negra. Y detrás de la magia negra siempre hay un mago oscuro.
Así es como Harry se encuentra de frente con el lado siniestro de la hechicería. Y lo que parecía un trabajo rutinario se convierte en una pesadilla. Ahora van a por él.
«Se encuentran objetos perdidos. Investigaciones paranormales. Asesoría. Precios razonables. No se hacen pócimas de amor, ni bolsos sin fondo, ni fiestas u otros entretenimientos.» Se supone que el único mago profesional de la guía telefónica de Chicago debería tener trabajo. Pero últimamente Harry Dresden no ha rascado nada, ni mágico ni mundano. Y justo cuando parece que no va a tener ni para comer, se presenta un caso de asesinato que exige sus conocimientos sobrenaturales. Un cadáver brutalmente mutilado. Huellas de unas garras extrañas. Luna llena. Tenía tres intentos, y los dos primeros no cuentan...
En su profesión Harry Dresden se ha enfrentado a algunos enemigos bastante aterradores pero nunca a algo como esto: el mundo espiritual se ha vuelto loco. Los fantasmas están causando problemas, y
no son de los que van dando portazos ni asustando. Están atormentados, son violentos y mortíferos. Alguien, o algo, está agitándolos a propósito para desencadenar un enorme desastre sobrenatural. Pero ¿por qué? Y ¿por qué muchas de las víctimas están vinculadas con Harry? Si no lo averigua, y pronto, podría acabar convirtiéndose él mismo en un fantasma.